¡Muévete mientras trabajas!

¡Muévete mientras trabajas!


El sedentarismo tiene consecuencias negativas para tu salud: favorece el sobrepeso, disminuye la masa muscular, e incrementa los dolores generales y el riesgo de sufrir múltiples enfermedades.

¿Cómo puedes combatir el sedentarismo y los problemas derivados?

Practicando ejercicio físico dos o tres días a la semana, caminado todo lo que te sea posible, olvidándote del ascensor, aparcando más lejos, bailando o disfrutando de tu tiempo libre fuera de casa, con excursiones o paseos al aire libre.

Pero… ¿qué pasa cuando tienes que trabajar ocho horas sentado frente a un ordenador, o de pie tras un mostrador? ¿Hay alguna forma de que eso no repercuta de manera negativa en tu físico?

¡Claro que sí! Estos son algunos  consejos:

  1. Levántate cada 30-60 minutos de la silla. Ve al baño o simplemente da una vuelta por la oficina. Aprovecha y estira la espalda y las piernas.
  2. Bebe agua. Ten un botellita siempre a mano.
  3. Cuando recibas una llamada de teléfono levántate y camina mientras hablas.
  4. No mandes correos o mensajes a tu compañero de enfrente. Levántate para decirles el recado, tantas veces como sea necesario.
  5. Almuerza lejos de tu mesa. Si lo haces dentro de tu centro de trabajo intenta que no sea en el mismo sitio y así tendrás que moverte.
  6. Si tienes un descanso programado, aprovecha y sal a la calle a pasear, o baja a tomar algo, o simplemente camina por el pasillo.
  7. Si trabajas de pie, ponte de puntillas, camina alrededor de tu puesto y cambia la base de sustentación. Así alinearás la espalda y mejorarás la postura.
    Junta las manos por detrás de la espalda y tira de ellas.
  8. Cuando estés sentado haz estos ejercicios:
    Estira el cuello
    haciendo movimientos adelante, atrás y a los lados.
    Haz rotaciones de los tobillos. Hacia dentro y hacia fuera.
    Contrae
    los glúteos, alternativamente. Este es un ejercicio estupendo para los que pasan muchas horas sentado. Mantiene el tono y evita la flacidez. Inspira fuerte y tras espirar contrae el abdomen y aguanta la apnea unos segundos.
Conecta tu pulsera de actividad con tu plataforma de salud y ponte retos de movimiento, de pasos diarios o de distancia recorrida. Así, casi sin darte cuenta te moverás más. ¡Pruébalo!

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