
¡Respira hondo y aprende a relajarte!
10 de Octubre, Día Mundial de la Salud Mental
Vives corriendo. Desde que te levantas ya estás con la quinta marcha puesta, y a veces hasta la noche no te das cuenta de que no has parado ni un minuto. El trabajo, los niños, la casa, los abuelos, la compra, el dentista, el gimnasio…Piensa un poco…
¿Cuándo tienes un momento para parar y relajarte?
Te damos unas cuantas ideas:
- Respira hondo. Inspira por la nariz y espira por la boca. Sobre todo antes de soltar una respuesta que sólo te va a dar disgustos.
- Sonríe. Aunque no te apetezca. Tu cerebro interpretará el gesto como algo positivo y se segregará serotonina, lo que te hará sentir mejor.
- Baila. Aunque sean sólo los tres minutos que dura una canción, con el volumen a tope. Estirarás los músculos y liberarás endorfinas.
- Prioriza. No todo ha de ser inmediato. Si te organizas te agobiarás menos.
- Delega. No eres el único que sabe hacer la cama, o ir a la compra. Si repartes tareas tendrás más tiempo libre.
- Guarda un ratito para ti cada día. Bastan 10 minutos en la bañera, o meditando, o cepillándote el pelo.
- Mejora tu autoestima. Repite como un mantra: “Soy importante, soy especial”. Si te lo crees, tus actos y tu manera de afrontarlos no estarán llenos de inseguridad y angustia.
Cuando tengas un rato, relaja el cuerpo y la mente con la relajación muscular progresiva. Atento:
- Pon música suave y túmbate en el suelo, boca arriba. Ponte cómodo.
- Piernas estiradas, brazos a lo largo del cuerpo.
- Respira profundo y lento por la nariz y nota cómo se hincha tu vientre. Aguanta 3 segundos y espira suave notando cómo se deshincha la tripa. Repite cinco veces, pero sé consciente del aire que entra y sale de tu cuerpo.
- Ve tensando los músculos siguiendo un orden, manteniendo la contracción 10 segundos y siendo consciente un instante de la tensión que eliminas.
- Empieza por los dedos de los pies. Sigue por los pies, los gemelos, los cuádriceps, los glúteos, el estómago, los puños, el antebrazo, los bíceps, los hombros el cuello y la cara.
- Termina volviendo a realizar tres respiraciones abdominales.
Pruébalo. Realmente funciona y te sentirás libre de tensiones y más relajado.
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