
Cuidados en la alimentación durante la lactancia
Aprende a comer adecuadamente por ti y por tu bebé
No hay que comer por dos, ni durante el embarazo ni durante la lactancia. Eso es una idea anticuada y equivocada. Pero sí que debes cuidar mucho tu dieta, no sólo por el bebé, que se alimenta exclusivamente de tu leche, sino por ti y tu recuperación tras el embarazo y el parto.
El cuerpo de una madre es tan excepcional, que aunque tu alimentación no fuera del todo correcta, tu leche seguiría siendo excelente para tu bebé, pero vamos a ayudarte para que tu alimentación sea lo más saludable posible.
Necesidades especiales durante la lactancia
- Tus necesidades calóricas aumentarán en unas 500 calorías, que es lo que vas a gastar de más. Debes tener suficientes fuerzas para superar las noches de insomnio y la atención permanente que el bebé demanda, así que no intentes conseguir tu peso ideal mientras das de mamar. Seguramente bajarás de peso de forma natural, por el esfuerzo extra y tu cuerpo se irá recuperando poco a poco.
- Aumenta la ingesta de proteínas hasta 2 gramos por kilo de peso al día. Hazlo a base de carne a la plancha, pescado azul y legumbres, procurando que la forma de cocinado no aporte grasas, para que no tengas digestiones pesadas.
- Incrementa la ingesta de alimentos con calcio, pues la demanda es mayor y puede afectar a tus huesos. Toma leche y derivados lácteos, mejor desnatados, verduras como el brócoli, los berros, o las espinacas, pescados con espina, como las sardinas, legumbres como las lentejas o los garbanzos y frutos secos como los pistachos o las nueces.
- También necesitas alimentos que aporten fósforo, que participa en la mineralización ósea. Consume quesos, huevo, yogur, carne, mariscos o chocolate! 😉
- El aporte de hidratos de carbono no necesita ser incrementado, pero intenta no atiborrarte a dulces y toma pasta y arroz integral, legumbres y patatas.
- No olvides frutas y verduras de todo tipo, que te aporten vitaminas, fibra y agua.
- Bebe al menos dos litros de líquidos al día. Lo mejor agua, zumos naturales o infusiones.
¡Cuídate!
- Sal a pasear con el bebé todo lo que puedas, así el sol te ayudará a sintetizar vitamina D y fijarás el calcio que ingieras.
- Come cinco o seis veces al día. Es mejor más veces y menos cantidad. Así sentirás menos el hambre y el cansancio.
- Duerme siempre que puedas. Ya sé que es muy fácil decirlo, pero es la única forma de recuperar algo de sueño y no sentirte tan cansada. ¡Tranquila! Cada día será un poquito mejor.
- Come de todo. Cuanto más variada sea tu dieta menos posibilidad de tener algún déficit.
Recuerda que cuanto mejor estés tú, más podrás disfrutar de tu bebé y de esta etapa tan importante como maravillosa.
This post is also available in: Inglés