La postura ideal para practicar running

La postura ideal para practicar running


Evita lesiones y mejora tu rendimiento corrigiendo tu postura

La manera de correr de los runners dice mucho de ellos. Algunos llevan los pies arrastrando, otros levantan mucho las rodillas y a otros parece que les sobran los brazos. La postura que adoptas para correr no es una cuestión baladí, porque no hacerlo correctamente podría tener consecuencias no sólo en tus resultados y en tus marcas, sino también en tu salud.

¿Sabes cómo debe ser la postura adecuada?

  • Cabeza:

Debes llevar la cabeza alta, mirando al frente. Si miras hacia arriba o hacia el suelo estarás forzando las cervicales y no podrás llevar una postura relajada.

  • Hombros:

Los hombros no deben ir agarrotados, sino sueltos. No los eches hacia delante o curvarás la espalda. Tira de ellos hacia atrás, pero que dejen el cuello libre.

  • Tronco:

Recto, pero no rígido. No curves la zona lumbar y aprieta los abdominales. Sé consciente de la respiración, inspira por la nariz y espira por la boca.

  • Caderas:

La pelvis debe permanecer vertical, y tus caderas irán un poco adelantadas, como si te empujaran por detrás. Al lanzar cada zancada deberás inclinar un poco las caderas, pero procura que ese balanceo no te desequilibre.

  • Brazos:

Tienen que ir sueltos, nunca agarrotados. Codos flexionados en 90 grados y balanceo al ritmo de la zancada. Las manos semi cerradas, sin forzar, y las muñecas rectas.

  • Piernas:

Para que tu zancada sea correcta tiene que ser firme, y para eso debes tener fortaleza en los cuádriceps y en los gemelos. Conviene que el calentamiento y los estiramientos previos hayan sido efectivos, para que tengas buena flexibilidad y resistencia en las articulaciones, ligamentos y tendones.

  • Pisada:

Pisa con toda la planta (tendemos a posar primero el talón) para que la energía se reparta mejor y el impulso en los dedos sea correcto, mientras el brazo contrario se adelanta. Así repartirás el peso y no dañarás las rodillas.

Busca el calzado adecuado y cuida también tu postura en el resto de actividades cotidianas, para reducir molestias en la espalda, piernas y pies.

 

 

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