Aprende qué son y para qué son útiles.

Los antibióticos son un tipo de medicamentos que a lo largo del último siglo han demostrado su eficacia y seguridad en el control de muchas enfermedades comunes, obteniendo resultados importantes en la disminución de la incidencia y mortalidad de algunas de ellas.

Un antibiótico es de amplio espectro cuando evita la proliferación de un gran número de microorganismos y se considera de bajo espectro cuando es más específico y su radio de acción es más pequeño.

El mal uso que en ocasiones se hace de los antibióticos, puede tener consecuencias negativas en nuestra salud. Una de ellas es que algunas bacterias son capaces de desarrollar escudos frente a la acción de los antibióticos y volverse resistentes a ellos. Esto supone un problema de salud pública, porque favorece la propagación de la enfermedad y evita la curación de los enfermos.

¿Cómo debemos hacer uso de los antibióticos?

• No los utilices sin prescripción médica.
• Úsalos sólo para el caso concreto para el que ha sido recetado. Aunque los síntomas sean parecidos, la enfermedad puede ser distinta y es el profesional médico el que deberá diagnosticarla.
• No los tomes si tienes una enfermedad vírica. Los antibióticos sólo son útiles para infecciones producidas por bacterias, por eso los resfriados o la gripe, que están causados por virus, no se curan con antibióticos.
• Sigue las instrucciones al pie de la letra y cumple con la posología y la duración del tratamiento.
• No interrumpas el tratamiento aunque te encuentres mejor. Puedes sufrir una recaída.
• Consulta al médico si aparece algún síntoma nuevo tras la toma del fármaco. Existen alergias a ciertos antibióticos y los síntomas pueden ir desde manchas o granitos, hasta picores, edemas, náuseas y vómitos.
• Refuerza la ingesta de alimentos frescos durante el tiempo que dure el tratamiento. Así tomarás más vitaminas y minerales.
• Apoya tu dieta con yogures que ayuden a repoblar tu flora intestinal. El uso de antibióticos puede afectar a las bacterias buenas del tubo digestivo y dar lugar a diarreas, mal aliento, falta de apetito, malas digestiones…

No tengas miedo al uso de los antibióticos. Son necesarios para curar muchas enfermedades. Pero utilízalos de manera correcta y siempre bajo supervisión médica.

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