7 de Abril, Día Mundial de la Salud

7 de Abril, Día Mundial de la Salud


Celebra el Día de la Salud recordando los hábitos cotidianos más beneficiosos.

La salud no es sólo la ausencia de enfermedad, sino un concepto mucho más amplio que abarca estilos de vida, costumbres alimenticias, cultura culinaria, hábitos de higiene y modos de subsistencia.

Los hábitos de vida saludables hacen referencia a costumbres cotidianas que pueden ayudarnos a mejorar nuestro bienestar físico y emocional. Se trata de consejos que hemos oído mil veces y que un día como hoy conviene recordar.

  1. Haz ejercicio.
    El que más te guste, en las condiciones que prefieras, solo, acompañado, bajo techo o al aire libre. Cualquier disciplina que te puedas imaginar sirve mientras haga que te levantes del sofá y muevas el cuerpo. Sé constante y perseverante, y que dure al menos 30 minutos, para dar a tu organismo tiempo de calentar la musculatura, aumentar la frecuencia cardíaca y respiratoria y movilizar los depósitos de combustible.
  1. Cuida tu alimentación.
    Eso significa comer de todo, variado y en cantidades moderadas.
    Come cinco veces cada día. Ten en cuenta que el desayuno y la comida deberán ser más copiosas, y la cena más ligera. Toma además un tentempié a media mañana y otro a media tarde.
    Hay que dar prioridad a los alimentos frescos y de temporada, es decir, frutas, verduras y hortalizas. No olvides tampoco las proteínas de origen animal y vegetal y recuerda que las grasas que deben ser principalmente insaturadas.
    Reduce el consumo de alimentos precocinados y elaborados, los azúcares simples y la bollería. Consúmelos en momentos especiales.
    Si tu dieta es variada y completa no será necesario que elimines ningún tipo de alimento. No hay platos buenos o malos. El secreto es el equilibrio.
    No te saltes
    comidas. El ayuno prolongado interfiere en el metabolismo.
  1. Cocina de forma sencilla.
    Cuanto más sencilla sea la forma en que cocinas, menos complicada será tu digestión, controlarás mejor las calorías y acumularás menos toxinas. Los alimentos al horno, a la plancha, al vapor o hervidos son más saludables que los rebozados, fritos o guisos con salsas.
  1. Bebe abundantes líquidos.
    Tanto en verano como en invierno. Tu cuerpo necesita agua para realizar las funciones vitales. Además de la que te aportan los alimentos, debes beber al menos dos litros cada día. Repártelos a lo largo de la jornada, bebiendo ocho vasos de agua u otras bebidas como zumos, smoothies, infusiones, refrescos, sopas o purés. Evita excederte en la ingesta de bebidas con azúcar, que aportan calorías vacías, bebidas con gas, que producen distensión abdominal, o bebidas estimulantes con cafeína o alcohol, que inciden en el sistema nervioso.
  1. Evita los humos y las sustancias tóxicas.
    Aléjate del tabaco todo lo que puedas, tanto si eres fumador, como si tus familiares, amigos o compañeros lo son. El humo perjudica seriamente la salud de tus pulmones, piel y mucosas. Intenta no permanecer mucho tiempo en ambientes contaminados, en los que no corra el aire limpio, pues el aire contaminado que respiras debilita tus defensas y te hace más propenso a sufrir infecciones.
  1. Mantén una higiene correcta
    Para proteger tu piel de agentes externos infecciosos.
    En la manipulación de alimentos, para evitar la proliferación de bacterias y virus que contaminen la comida que vas a consumir.
  1. Disfruta de la naturaleza.
    Sal a pasear o de excursión y disfruta de la vitalidad y energía que el sol te proporciona. Protege tu piel del sol para recibir sólo lo bueno. Conecta con los sonidos, los colores y los olores que la naturaleza te brinda para liberar tensiones y preocupacioes. Sé coherente y cuida tu entorno.
  1. Procura ser feliz.
    Busca la felicidad en las pequeñas cosas y disfruta de cada momento. Un beso, una sonrisa o un abrazo también son hábitos saludables.
La salud está en tus manos y en la de todos. Por eso el mundo le dedica todo un día.

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