28 de Abril, Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo

28 de Abril, Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo


Con motivo de este día, queremos darte unos consejos saludables para que tu jornada sea positiva y productiva, te levantes lleno de energía y vitalidad, gestiones bien el trabajo y los momentos de reposo y seas capaz de descansar adecuadamente para recuperar fuerzas. ¿Te apetece probar? ¡Pon atención!

¡Comienza el día de forma positiva!

Comienza el día de forma positiva

  • Apaga el despertador y levántate enseguida. Eso te aportará energía.
  • Calcula el tiempo para evitar las prisas. Levántate unos minutos antes y podrás desayunar tranquilo y planificar bien las actividades diarias. Así llegarás relajado al trabajo y esa sensación te acompañará toda la jornada.
  • Estírate y actívate en la cama. No te llevará más de dos minutos:

Estira brazos y piernas mientras inspiras como si tiraran de ti. Aguanta el aire.

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Recoge una rodilla y llévala al pecho. Así estiras la zona lumbar.
Ahora recoge las dos rodillas al tiempo.
Déjalas caer hacia el lado derecho.
Los brazos estarán en cruz y la cabeza ladeada al lado izquierdo.

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Siéntate en la cama y cruza las piernas.
Eleva los brazos por encima de la cabeza mientras inspiras.
Ladea el cuerpo a un lado mientras espiras.

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  • También puedes hacer un algo de deporte antes de comenzar la jornada. Así mejorarás tu ánimo y te ayudará a tener más energía.
  • ¡A por el desayuno! Es imprescindible desayunar antes de ir a trabajar. Necesitas reponer fuerzas, llenar los depósitos de energía y activar el metabolismo.
    Recuerda:
    Un desayuno completo y equilibrado debe contener: una fruta, un lácteo y cereales. Puedes añadir un componente con algo de grasa, como aceite, margarina o frutos secos, algo dulce como mermelada o azúcar, infusiones o bebidas tipo café, té o cacao y una proteína como jamón o huevo.
  • Baja una parada antes del autobús o aparca un poco más lejos. Respira y disfruta del paseo matutino.

¡Gestiona tu tiempo!

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La jornada es larga y tienes que saber repartir bien tus descansos para recuperar tu energía y que tu rendimiento sea óptimo.

  • Planifica tu jornada y prioriza las tareas que consideres más urgentes.
  • A media mañana y de merienda toma un zumo, una pieza de fruta, un yogur o un mini bocadillo. Evita la bollería. Aporta muchas grasas y azúcar.
  • Bebe líquidos. La hidratación es esencial para evitar el cansancio prematuro. Evita los refrescos azucarados y con gas. Mejor agua, zumos o infusiones.
  • Comparte tareasSi ayudas a un compañero, éste te ayudará a ti cuando lo necesites. El trabajo en equipo es más productivo y se lleva mejor.
  • Ponte retos. A nivel personal y profesional. El afán de superación es el motor para lograr tus objetivos. ¡Tú puedes!
  • ¡Disfruta y sonríe! Eso manda un mensaje positivo al cerebro y te ayuda a enfrentarte mejor a las dificultades.
  • Muévete. Aunque pases muchas horas sentado o de pie, no debes estar quieto.
  • Durante los descansos estira los brazos, las piernas y la espalda.

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¡Descansa adecuadamente!

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Tras una jornada de trabajo es importante que puedas descansar adecuadamente. Esto te ayudará física y mentalmente, para olvidarte de las preocupaciones, asentar conocimientos, reponer fuerzas y reparar la musculatura.

  • Cumple unos horarios. Tu cuerpo descansará mejor si sigues una rutina y te vas a descansar más o menos a la misma hora.
  • Practica ejercicio físico. Al contrario de lo pueda parecerte, el deporte no te cansa más, sino que te ayudará a conciliar antes el sueño, a que éste sea más profundo y a despertarte en menos ocasiones durante la noche.
  • El descanso mental, la fijación de los conocimientos y la restauración de las reservas energéticas se producen durante el sueño profundo. Por ello son tan necesarias entre 6 y 8 horas de sueño. Así se logrará al día siguiente un rendimiento físico y cognitivo óptimo.
  • Cena ligero. Es importante cenar pronto para que la digestión no interfiera en el sueño. Evita los alimentos pesados que son más indigestos y opta por alimentos ricos en triptófano que favorecen la producción de la hormona del sueño: pollo, pavo, berros, alcachofas, salmón, atún, guisantes, habas, cereales integrales, frutos secos, piña, plátano y lácteos.
  • Evita las bebidas estimulantes como café, té, refrescos o alcohol. Estimularán tu cerebro, te mantendrán alerta y tu sueño será fragmentado.
  • Mantén la habitación a 21 grados. Es la temperatura ideal para dormir bien.
  • Apaga la luz. La melatonina, que es la hormona del sueño, no se libera si hay luz, por eso es importante descansar a oscuras.
Mañana será un nuevo día.

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