Protege y prepara tu piel de cara al verano

Protege y prepara tu piel de cara al verano


Evita las agresiones que dañan tu epidermis y broncéate de forma segura

El aire puro y el sol tienen muchos beneficios para tu piel: activan la circulación, favorecen la síntesis de vitamina D, ayudan en la absorción del calcio y el fósforo, refuerzan el sistema inmunológico y mejoran el estado de ánimo.

Pero el sol en exceso, también puede producir daños  graves a tu organismo:

  • Quemaduras solares, que comienzan con un eritema o enrojecimiento y evolucionan hasta una lesión cutánea que puede llegar a ser importante.
  • Alergia al sol. Que aunque está mediada por el contacto con ciertos jabones, colonias, fotoprotectores o alimentos, provocan en tu piel una reacción exagerada ante la exposición al sol. Se acompaña de picores, erupciones, manchas rojas y sequedad.
  • Aparición de tumores. La onda corta de los rayos UV hace que penetren fácilmente en la piel, y puedan provocar mutaciones en el ADN del núcleo de las células.
    Se muestran como manchas que se modifican, úlceras que no curan, cicatrices que crecen, quistes, o lunares que cambian de grosor, color, tamaño, o que dejan de ser simétricos. Detectados a tiempo se pueden extirpar y curar antes de que afecten a una zona más compleja, por ello los dermatólogos recomiendan la revisión exhaustiva de todos los lunares, pecas o manchas de forma periódica, además de una protección adecuada de la piel.
  • Envejecimiento prematuro de la piel, que da lugar a arrugas y manchas.
  • Puede afectar a la función de los leucocitos y dejarte más expuesto a infecciones.
  • Aumenta la posibilidad de desarrollar cataratas, por la incidencia de los rayos y la luminosidad en la retina.

¿Cómo podemos proteger y preparar nuestra piel?

  • Antes de exponerte al sol, siempre protege tu piel con una crema con factor solar.
  • Exfóliala para retirar las células muertas y dejarla limpia.
  • Utiliza jabones neutros, para que no se altere la capa ácida.
  • Hidrátala con cremas que aporten agua, para evitar la sequedad.
  • Elimina los restos de cloro y sal.
  • Vigila tu alimentación. Una dieta rica en frutas y verduras de temporada, aportará todo el agua que necesitas y los antioxidantes que tu piel utilizará para protegerse de los radicales libres y estar sana y brillante.

Cada piel es diferente y por tanto necesita una protección distinta. Existen seis fototipos de piel desde el 1 que corresponde a una piel muy blanca que se quema fácilmente y apenas se broncea al 6 que sería una piel negra que se pigmenta al instante y no se quema.

Las cremas protectoras contienen filtros solares que absorben parte de los rayos ultravioleta. No protegen de manera total, lo que hacen es aumentar el tiempo en el que puedes exponerte al sol sin quemarte. Los factores SPF van del 6-10 (mínima), 15-20 (moderada), 30-50+ (alta). Recuerda que el sudor, el rozamiento y el agua retiran la protección, por ello los expertos recomiendan usar siempre una protección entre 20 y 30 al menos y repetir la aplicación cada dos horas máximo.

Cuida tu piel del sol y disfruta sólo de lo bueno que el verano te puede ofrecer

  

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