
¿Sabes qué es el hipo y cómo solucionarlo?
Te enseñamos las causas más comunes
El hipo es una contracción repentina, rápida, intermitente e involuntaria del músculo diafragma.
Normalmente este proceso es benigno y autolimitado, es decir, se detiene solo en unos segundos o minutos. Tiene una frecuencia que varía entre 4 y 50 veces por minuto.
¿Cuáles son las causas del hipo?
El diafragma es un músculo situado en la base de los pulmones. Se abre y desciende cuando llenamos los pulmones de aire y asciende para ayudar a expulsar el aire durante la espiración. Si sus movimientos se alteran y van a destiempo, se produce el ataque de hipo.
Las posibles causas del hipo son muy variadas y generalmente no revisten gravedad:
- Comer muy deprisa, de modo que se traga mucho aire.
- Comer abundantemente, lo que dilata el estómago.
- Tomar bebidas gaseosas y alcohol.
- Ingerir alimentos muy picantes o condimentados.
- Cambios repentinos en la temperatura corporal.
- Una excitación fuerte o un ataque de risa, que acelera la respiración.
- Angustia o emoción fuerte.
¿Qué se puede hacer para superar el hipo?
Existen algunos consejos que, si bien no funcionan siempre y no en todas las personas por igual, pueden ayudar a reducir la duración del ataque de hipo.
- Aguantar la respiración unos segundos. Inspirar profundo y espirar poco a poco con los labios fruncidos. Así se aumenta la concentración de CO2.
- Beber agua fría a pequeños sorbos para relajar el nervio vago.
- Beber con el cuerpo inclinado hacia delante, de modo que se interfiera en el movimiento de la glotis.
- Sentarse en posición fetal y respirar lento en dicha posición durante unos segundos para relajar el músculo diafragmático.
- Provocar un sobresalto en la persona, de forma que se desbloquee el diafragma y vuelva a su posición inicial.
Estas son alternativas de origen netamente popular pero sin respaldo científico y que a veces funcionan y otras veces no producen ningún efecto y sólo servirían para el hipo agudo.
Existen algunas medidas con respaldo científico que se utilizan en pacientes con hipo persistente y que son previas a la administración de fármacos como son: masajes endoscópicos, maniobras en el paladar blando, masajes rectales digitales, bloqueos del nervio frénico o acupuntura. Todos estos procedimientos tienen que ser avalados por un médico que en caso de hipo prolongado estudiará las causas subyacentes para perfilar mejor el diagnóstico y poner el tratamiento más adecuado.
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