Primeros auxilios generales

Primeros auxilios generales


Aprende qué debes hacer ante pequeñas emergencias y actúa con seguridad

Tener unas pequeñas nociones de cómo actuar ante un percance, tanto si eres la víctima como si simplemente eres testigo, puede ser de mucha ayuda. En tu trabajo y en tu vida diaria, te vas a encontrar a menudo con estas situaciones que, aunque no revistan gravedad, puede que precisen de una actuación rápida.

Vamos a darte unas nociones generales que te pueden ayudar:

  • Curar una herida

Lávate las manos con agua y jabón, antes de hacer lo mismo con la herida. Siempre desde dentro hacia fuera, para no introducir más gérmenes, y sin frotar. No utilices algodón ya que deja restos por los que pueden acceder los microbios. Usa mejor una gasa estéril y aplica presión si hay hemorragia. Desinfecta con un antiséptico no abrasivo como povidona yodada y, si es posible, deja secar al aire.

  • Quemadura

Hay que clasificar la quemadura según la profundidad y la amplitud de la zona quemada.
Será de primer grado si afecta sólo a la superficie, que estará enrojecida.
Si aparecen ampollas será de segundo grado.
Si hay tejido necrosado y la afectación llega al tejido subcutáneo, músculo o hueso será de tercer grado. En este último caso es mejor avisar directamente a urgencias.
En los otros dos casos, conviene enfriar la zona con agua. De este modo además se alivia el dolor. Los casos más leves, como una quemadura por el sol, mejorarán con la aplicación de una crema hidratante.

  • Traumatismo

Un esquince o una fractura producen dolor agudo e impotencia funcional. Una radiografía confirmará el diagnóstico. Si hay deformidad en la articulación o en el hueso no se debe intentar corregirla y el traslado a un centro médico es prioritario. Es frecuente que aparezca de forma casi inmediata un edema de la zona y un hematoma.
Aplica hielo local, para reducir la inflamación, evita la movilidad del miembro, colócalo en posición elevada y toma algún analgésico, tipo paracetamol o ibuprofeno, que alivie las molestias.

  • Reanimación cardiopulmonar

Cuando una persona está inconsciente y no respira es una  emergencia que precisa de una actuación rápida. Sitúa a la víctima en una superficie plana y confirma si las vías respiratorias están libres. Coloca las manos entrelazadas sobre el esternón del paciente, con los brazos estirados. Presiona un poco y afloja. Haz un masaje rítmico, de unas 100 compresiones cortas por minuto. Si hay otra persona en la cabecera del paciente, deberá colocar una mano en la frente del paciente y tirar del mentón hacia arriba para evitar que se trague la lengua. Cada 30 compresiones se realizarán 2 insuflaciones de aire en la boca de la víctima, tapando la nariz y observando cómo se infla el pecho. Sigue el procedimiento hasta que se recupere el pulso o acudan los sanitarios.

Ante cualquier duda, o ante una situación más grave llama al 112 y deja que sean ellos los que actúen, pero recuerda que tu ayuda puede ser fundamental cuando el tiempo apremia.

This post is also available in: Inglés