
Cómo mejorar tu capacidad respiratoria
Aprende a respirar correctamente y a fortalecer tu capacidad pulmonar
El primer proceso fisiológico que realizamos de manera independiente, nada más nacer, es respirar. Es un acto automático que permite la entrada de oxígeno, fundamental para obtener energía con la que realizar todas las tareas del organismo.
La cantidad de aire que somos capaces de mantener en el pulmón y después expulsar completamente es la capacidad pulmonar. Normalmente la capacidad de unos pulmones adultos es de seis litros. Los deportistas pueden tener una capacidad algo mayor.
Mejorar tu capacidad pulmonar es fundamental porque:
- Tu corazón trabajará mejor y con menos esfuerzo.
- Los nutrientes llegarán mejor a todas las células.
- Se facilitará el tránsito intestinal y la digestión.
- Tendrás más resistencia ante el esfuerzo y te fatigarás menos.
- Acelerarás el metabolismo energético.
- Disminuirá tu frecuencia cardíaca en reposo.
¿Cómo puedes incrementar tu capacidad respiratoria?
- Ejercita la respiración profunda. Consigue reforzar la caja torácica y obtener mayor elasticidad y resistencia de los tejidos pulmonares. Para ello debes realizar respiraciones diafragmáticas.
Túmbate boca arriba y coloca las manos sobre el estómago. Inhala lentamente mientras tu vientre se hincha y se expanden los pulmones. Aguanta el aire unos segundos y espira despacio observando cómo baja el abdomen.
La inspiración siempre por la nariz y la espiración por la boca. - Cuida tu postura. Cuando estés sentado apoya bien la espalda desde los lumbares y mantén los hombros abajo. Si debes permanecer de pie, abre un poco las piernas, adelanta la cadera y mantén la cabeza alta y los hombros atrás. Si te sientas a ver la televisión procura no curvar la espalda.
- Sopla globos. Inflar globos es un buen ejercicio que se utiliza en personas que han pasado por un proceso respiratorio como un edema o una neumonía para recuperar la fuerza respiratoria. También tocar un instrumento de viento como la flauta o la gaita te ejercita y mejora tu resistencia.
- Mantén tus vías altas libres, descongestiona la nariz y mantén las mucosas hidratadas para que el aire entre filtrado y caliente.
- Bebe líquido. Así no acumularás mucosidad que dificulte tu respiración.
- Haz deporte. Es, sin duda, la mejor manera de aumentar la capacidad respiratoria. El runnnig o la natación, al igual que otras prácticas aeróbicas, mejoran el desarrollo alveolar y protegen los bronquios y bronquiolos haciendo más efectivo el intercambio de gases y mejorando el reparto de oxígeno.
En ocasiones, nuestra respiración no es todo lo efectiva que debería por una serie de factores que influyen en el proceso:
- Situaciones de tensión, que nos hacen respirar de manera más superficial.
- Una mala postura corporal, que no permite la expansión correcta del diafragma y los pulmones.
- Problemas médicos como el asma, enfermedades pulmonares o de vías altas, congestión nasal, etc.
- Hábitos alimenticios inadecuados, como por ejemplo comer muy deprisa o comer de manera muy copiosa, lo que hace que se ingiera más aire.
- El hábito del tabaquismo que perjudica directamente los pulmones.
- Los ambientes contaminados o con humo que contienen aire mal oxigenado.
Pon atención a tu respiración, respira y… ¡llénate de vida!
This post is also available in: Inglés