
Evita el dolor de cuello
Mejora tu postura y protege tus cervicales
El dolor de cuello es una molestia muy habitual en personas que trabajan muchas horas sentadas, de pie, o en aquellas que permanecen mucho tiempo en una posición similar. Puede ser leve, o llegar a ser importante y que interfiera en tu vida diaria.
La mayoría de las veces esta molestia es consecuencia de una mala postura, bien al dormir, al trabajar o al caminar. En ocasiones puede ser causado por un movimiento brusco e incluso por tensión emocional.
¿De qué manera puedes prevenirlo?
- Cuida tu postura al dormir. Intenta dormir boca arriba, con las piernas estiradas y los brazos apoyados sobre el abdomen, o de lado, con las piernas encogidas y la cabeza bien apoyada. Boca abajo es la postura que más modifica la posición normal del cuello.
- Utiliza una almohada adecuada. Si es muy alta y dura, forzarás la postura del cuello y si es demasiado blanda o plana, terminarás curvando la espalda y arqueando la cadera. Prueba las almohadas viscoelásticas, que se adaptan a la forma de tu cabeza.
- En el trabajo, coloca la pantalla del ordenador a la altura adecuada. Tus ojos deben mirar en una línea recta paralela a la mesa, y tu espalda debe estar completamente apoyada, desde las lumbares hasta los hombros.
Aquí tienes algunos ejemplos de ejercicios que te pueden ayudar:
- Acostado boca arriba, estira los brazos por encima de tu cabeza y después colócalos en cruz. Ladea la cabeza como si dijeras “no”, con movimientos muy lentos y respiración profunda.
- Estira cervicales. Inclina la cabeza hacia delante todo lo que puedas, ayudándote con las manos sobre la coronilla. La barbilla tiene que tocar la garganta y la boca debe ir abierta para no contraer la mandíbula. Después haz el movimiento contrario y estira el cuello hacia atrás. Siempre de forma muy lenta.
- Rotación. Sentado, realiza círculos con tu cabeza, empezando desde el centro, después hacia un lado, hacia atrás, al otro lado y termina con la barbilla pegada al cuello. Repite varias veces y cambia de dirección.
- Ladea. Intenta tocar con la oreja el hombro. Siente el estiramiento lateral. Repite en el otro lado.
- Hombros. Haz rotaciones de hombros hacia delante y hacia atrás, y elevaciones de ambos hombros hacia arriba y hacia abajo, acortando y alargando el cuello. Por último, estira el brazo izquierdo hacia el lado derecho, empujando con el otro brazo el hombro hasta dejarlo pegado al cuerpo. Repite con el otro brazo.
Sigue estos consejos y si el dolor no se soluciona, consulta con tu médico antes de tomar medicación.
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