
¿Has practicado ya Taichí?
Descubre qué es el taichí y todo lo bueno que puede aportar a tu salud
El Tai Chí o Taichí es un arte marcial, originario de china y con aplicaciones terapéuticas. Es meditación en movimiento, lo que significa que a través de ejercicios con movimientos circulares, continuos, relajados y suaves se genera una sensación de bienestar corporal, claridad mental y relajación.
Su base es la canalización de la energía interior a través de los meridianos del cuerpo, de manera que se logra aumentar la vitalidad y se mejora la salud.
¿Qué beneficios tiene esta disciplina para tu salud?
- Calma la mente. Los movimientos lentos, una respiración profunda y la postura corporal fortalecen el pensamiento positivo y ayudan a conseguir un estado de meditación.
- Reduce la tensión arterial. Se mejora la circulación porque se une el ejercicio aeróbico con una oxigenación adecuada de los tejidos.
- Alivia los dolores corporales. Mejora la postura y fortalece la musculatura.
- Evita el insomnio, porque libera endorfinas que favorecen la conciliación del sueño.
- Aumenta la masa muscular en brazos y piernas y estimula su fortaleza y resistencia.
- Previene la aparición de enfermedades óseas y articulares como la artritis. Se mejora la flexibilidad de tendones y ligamentos y el tono muscular.
- Al optimizar la postura, la resistencia de los huesos y el tono muscular se reduce el riesgo de caídas y se favorece la coordinación de movimientos.
- Se mejora la capacidad de memoria y atención.
- Aporta energía. El Taichí, con sus movimientos rítmicos y su respiración profunda y pausada mejora el flujo de energía.
¿Conoces algunos movimiento básicos de Taichí?
- Pose del caballo o pose preparatoria.
De pie, con los hombros ligeramente adelantados, pies alineados, los brazos a lo largo del cuerpo y palmas hacia abajo. Rodillas semi flexionadas y cadera adelantada. Eleva los brazos de forma que las palmas miren hacia tu cuerpo. Codos no bloqueados. Hombros abajo. Inspira abriendo la caja torácica mientras mantienes la posición y exhala canalizando la tensión hacia el suelo.
- Látigo simple.
De pie con la piernas juntas. Separa una pierna hacia un lado. Dobla las rodillas y eleva los brazos hasta los hombros. Palmas hacia abajo. Tuerce el tronco hacia un lado siguiendo el movimiento con los brazos y recoge la pierna. Vuelve a la posición inicial y repite hacia el otro lado.
- La grulla.
De pie con las piernas juntas. Brazos a lo largo del cuerpo. Dobla una rodilla al tiempo que elevas los brazos con los codos flexionados. Haz un movimiento circular en horizontal con los brazos, pasando una mano sobre la otra. Vuelve al inicio y repite con la otra pierna.
Los movimientos siempre son armónicos y se intercalan unos con otros de manera continua.
El taichí se puede practicar a cualquier edad, solo o en grupo, pero precisa de un monitor que te enseñe a coordinar los movimientos y a que las posturas sean correctas. ¡Anímate a probarlo!
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