
Todo lo que hay que saber sobre la neumonía
Con el Día Mundial de la Neumonía te contamos las claves para protegerte de ella
El próximo sábado 12 de noviembre se celebra el Día Mundial Contra la Neumonía, una jornada que pretende sensibilizar a la población sobre las medidas preventivas más eficaces para combatir esta enfermedad.
La neumonía, popularmente conocida como pulmonía, es una enfermedad infecciosa causada por determinados gérmenes, o por inhalar una sustancia química que afecta a los pulmones. Aparece cuando al inspirar entran bacterias, virus u hongos dentro de los alvéolos (unas pequeñas bolsas de aire al final de los pulmones). Es entonces cuando éstos se irritan, se hinchan y se llenan de líquido, haciendo que el acto de respirar sea difícil y doloroso.
Cada año se detectan más de 600.000 casos de neumonía entre la población de todo el planeta. De hecho, afecta con mayor frecuencia a los mayores de 60 años, menores de dos años y personas que tengan algún problema de salud.
Con el fin de divulgar y reducir el número de casos durante los meses de invierno, los especialistas recomiendan vacunarse y seguir algunas medidas en nuestro día a día. ¡La buena noticia es que con acciones sencillas se puede prevenir!
Síntomas de la neumonía
Aunque solamente un médico puede diagnosticar adecuadamente una enfermedad, existen algunos indicios que nos pueden hacernos sospechar:
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Tos
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Fiebre
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Disnea o dificultad para respirar
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Dolor torácico
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Mucosidad
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Aumento de la frecuencia cardíaca
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Debilidad
El cuadro de neumonía típico comienza de forma brusca y viene acompañado de escalofríos, fiebre alta, tos, expectoración y dolor torácico que aumenta con la respiración.
Un cuadro de neumonía atípico no tiene tos productiva y se acompaña de una serie de síntomas no concretos como dolores articulares y musculares, dolor de cabeza, o molestias digestivas, por lo que en un principio puede confundirse con una gripe.
Tratamiento específico
El tratamiento dependerá de la causa y del tipo de neumonía,de la intensidad de los síntomas y de la propia salud de la persona.
Normalmente se prescribe un tratamiento antibiótico bien por vía oral o de forma intravenosa. Luego se recomienda hacer reposo en cama, tomar analgésicos para los dolores y antitérmicos para la fiebre, y beber mucha agua para expulsar más fácilmente la mucosidad.
Lo más importante es seguir las indicaciones médicas con especial atención para evitar, así, que la enfermedad empeore, se alargue o se tenga una recaída a posteriori.
Prevenir está en nuestra mano
Prevenir la neumonía siempre es mejor que tratarla. Aunque no existan soluciones implacables ante su aparición, los médicos aconsejan la vacunación antigripal a los grupos de riesgo (mayores de 65, menores de cinco, inmunodeprimidos y asmáticos), puesto que muchos casos comienzan a raíz de una simple gripe.
Asimismo, también suelen recetar la vacuna antineumocócica que previene del neumococo, el principal microorganismo y causante del 70% de las neumonías.
Por último, el personal sanitario hace hincapié en algunas pautas de higiene, sobre todo en los meses de frío:
– Lavarse las manos a menudo.
– No compartir ni vasos ni cubiertos en la comida.
– Ventilar con frecuencia los lugares cerrados.
– Evitar el tabaquismo.
– Usar máscaras para limpiar espacios con polvo o mohos.
Recuerda que llevar unos hábitos de vida saludables, una alimentación sana y hacer deporte mejorará tu capacidad pulmonar y te hará menos vulnerable a las infecciones respiratorias, entre ellas la neumonía.
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