El virus del papiloma humano

El virus del papiloma humano


Te explicamos qué es el VPH, cómo se contrae y las medidas para prevenirlo

 El virus del papiloma humano (VPH), constituido por más de 150 tipos de cepas diferentes, es un virus muy común entre la población que, en algunos casos, puede llegar a causar cáncer de cuello de útero. La mayoría de mujeres y hombres contraerán el virus en algún momento de su vida y algunos, incluso, podrán pasarlo repetidas veces. La buena noticia es que, generalmente, el VPH desaparece por sí solo.

De acuerdo con la Asociación Española contra el Cáncer (Aecc), la mayor parte de las mujeres infectadas no desarrollarán un cáncer de cérvix o cuello uterino, ya que la infección se elimina sin ningún tratamiento gracias al sistema inmune que es capaz de destruir el virus. Aunque es un germen más común entre mujeres, varias cepas de alto riesgo (VPH 16, 18, 45 y 56) pueden infectar tanto a hombres como a mujeres.

En algunas personas el VPH no es expulsado por el propio cuerpo y permanece en el interior pudiendo desencadenar un cáncer cervicouterino, un tipo de tumor que afecta cada año a alrededor de 500.000 mujeres de todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 Cómo prevenir el VPH

 El virus del papiloma humano se transmite mediante relaciones sexuales y a través de la piel y de las mucosas.

La infección del virus del papiloma no es sintomática y pasa desapercibida: la persona no siente ninguna molestia ni indicio en su cuerpo. Esto significa que la única manera de detectarlo es a través de revisiones ginecológicas.

De todas formas, hay medidas que podemos seguir para llevar cierto control y tratar de prevenir, o detectar cuanto antes, este problema y favorecer que el organismo expulse el virus lo antes posible.

Pruebas ginecológicas regulares: los médicos recuerdan que las mujeres que tienen relaciones sexuales deben acudir a consulta ginecológica para hacerse una citología cada año o cada dos años, ya que este examen puede detectar alteraciones en el tejido.

Utilizar preservativo: una de las medidas preventivas más eficaces es usar el preservativo de manera sistemática y en todas las relaciones sexuales.

–  Alimentación saludable: seguir unos hábitos alimentarios sanos, basados en la ingesta de verduras, frutas, cereales integrales, legumbres y pescado (menos cantidad de carnes rojas), ayuda al organismo a absorber más vitaminas y nutrientes y tener un sistema inmunitario más fuerte.

Evitar el tabaquismo: fumar favorece al debilitamiento de las células que habitan en el útero ante una infección por VPH y, por tanto, hace que el virus contagie a las células de forma persistente. Aunque conocemos los efectos nocivos del tabaco en todos los ámbitos de la salud, en este tipo de infecciones juega un papel relevante.

Observar anomalías: se recomienda no pasar por alto verrugas, bultos o cualquier crecimiento anormal que pueda provocar el virus en la zona genital y que puede ser tratado eficazmente, con lo que se disminuiría el riesgo de cáncer.

Vacunación: en la actualidad existen dos vacunas que protegen contra los VPH 16 y 18, los virus que por sí solos causan cerca del 70% del total de casos de cáncer cervicouterino. La OMS recomienda que se vacune a las niñas de entre 9 y 13 años.

Si tienes dudas, consulta con tu médico. Sobre todo, no te preocupes: una de cada dos personas entra en contacto con la infección y el virus desaparece sin necesidad de tratamiento.

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