
¿Conoces los diferentes estilos de natación?
Entrenar en el agua mejora la resistencia y la capacidad aeróbica. Aprende más sobre las 4 modalidades
La natación es uno de los deportes más completos que existen. Cuando nadamos movemos casi todos los músculos del cuerpo, desde los pies hasta la cabeza, mejorando nuestra condición física y nuestra salud. Además, el agua tiene un gran poder relajante, gracias a su elevada cantidad de iones beneficiosos que despejan la mente, levantan el ánimo y nos regalan una sensación de bienestar.
Asimismo, recientes estudios han demostrado que los nadadores de todas las edades tienen un menor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. De igual forma, un programa regular de natación puede mejorar nuestra fuerza (la resistencia dentro del agua es mayor), aumentar nuestra capacidad aeróbica y pulmonar y estimular la circulación del organismo.
Los médicos suelen recomendar esta actividad física puesto que se trata de un entrenamiento de bajo impacto y con un menor riesgo de lesión, ya que nuestro peso disminuye dentro del agua y nuestras articulaciones no sufren tanto.
4 Formas distintas de nadar
Bajo el agua podemos practicar diferentes estilos de nado, más o menos difíciles. Conocer las características de cada uno de ellos, te ayudará a elegir el que más se adapta a ti:
- Crol o estilo libre
Es la forma de nadar más frecuente entre la mayoría de nadadores, puesto que con ella se alcanza más velocidad e implica un alto gasto calórico. Con el crol trabajamos la coordinación y el ritmo (se suele hacer una respiración por cada tres brazadas), además de tonificar el tren superior, dorsales y pectorales y hombros.
- Braza
Se trata del estilo más viejo y sencillo, por eso lo practican muchas personas. No hay apenas dificultad en la respiración, aunque se necesita una buena coordinación de hombros y caderas, que hacen un movimiento ascendente y descendente al mismo tiempo que se abren los brazos. Se reparte el esfuerzo por todo el cuerpo y se trabaja el tren superior, la espalda y las piernas.
- Espalda
Al ser un estilo que se hace boca arriba, nos será más fácil respirar y nos sentiremos más relajados. Hay que mover las piernas de forma alternante, sin que la rodilla sobresalga de la superficie, a la vez que alargamos los brazos atrás con las palmas de la mano hacia afuera.
- Mariposa
Es el estilo más complicado de la natación, puesto que requiere buena coordinación tanto muscular como de respiración. Los brazos se abren en el mismo momento que se mueven las piernas juntas para impulsarnos hacia delante. Este movimiento tan completo hace que se realice más esfuerzo anaeróbico (de fuerza) porque tenemos que sacar medio cuerpo fuera del agua.
Independientemente del estilo de natación que elijamos, lo importante es aprender la técnica para evitar hacere daño. Una vez sepamos cómo se realizan correctamente los movimientos, podemos ir aumentando las distancias y combinando las diferentes modalidades para lograr un entrenamiento más completo.
El agua es tu amiga… no tienes que luchar contra ella, simplemente comparte su espíritu y te ayudará a moverte. Alexander Popov, exnadador ruso.
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