Epistaxis, ¿qué hacer cuando sangra la nariz?

Epistaxis, ¿qué hacer cuando sangra la nariz?


Aunque un poco aparatosa, una hemorragia nasal no es grave y puede tratarse fácilmente.

Toda hemorragia que se origina en las fosas nasales recibe el nombre médico de epistaxis.
El sangrado en la nariz puede originarse en la zona anterior del tabique (la más externa) o bien en la zona posterior y de la región nasofaríngea (la faringe que queda justo a la altura de las fosas nasales).

El sangrado nasal anterior es mucho más frecuente y también menos grave, ya que suele proceder de una red de capilares y pequeños vasos sanguíneos. En estos casos, la sangre suele parar con una presión más o menos prolongada mantenida sobre las alas nasales.

En el caso del sangrado posterior, la fuente de la hemorragia son unas venas de mayor calibre, por eso es más aparatosa y la simple presión es insuficiente. En este caso, hay que acudir a urgencias, donde se debe realizar un taponamiento más complejo.

¿Por qué sangra la nariz?

La nariz sangra, sobre todo, por su forma y anatomía: tiene multitud de vasos sanguíneos en su interior (que sirven para calentar y humidificar el aire que respiramos), y que circulan de forma muy superficial, lo que puede facilitar su lesión.

Asimismo, el aire que entra y sale por la nariz puede secar e irritar las membranas que recubren su interior, formando costras que también pueden romperse y provocar sangrados. Esto sucede, sobre todo, con los cambios de temperatura, por eso en otoño y en invierno solemos sufrir más hemorragias nasales.

Pasos a seguir ante una hemorragia nasal

La mayor parte de las hemorragias nasales no son graves y se detienen en unos pocos minutos.

  1. Mantén la calma: una hemorragia nasal puede alarmarnos mucho, pero hay que intentar mantener la calma. La mayoría de veces parecen más graves de lo que son en realidad y casi todas pueden tratarse en casa o en el trabajo.
  2. La cabeza, hacia delante: siéntate e inclínate ligeramente hacia delante y mantén la cabeza por encima del corazón para que se reduzca la hemorragia, de manera que la sangre salga fuera por la nariz y no por detrás hacia la garganta, ya que esto último puede causar náuseas o vómitos. Respira por la boca.
  3. Presiona con los dedos: usa el pulgar y el índice para taponar la nariz, como una pinza, en la porción blanda de la nariz, justo al final de la parte dura que forma el puente óseo. Mantén la presión hasta que la nariz deje de sangrar durante aproximadamente 5 minutos. Si después sigue sangrando, realiza la pinza 10 minutos más.
  4. Aplica frío: si aún así la hemorragia no cesa, puedes colocar compresas frías o hielo sobre el puente de la nariz. Una vez detenida, no hagas nada que pueda hacer que comience de nuevo, como flexionarte hacia delante o sonarte la nariz.
  5. No te acuestes: no es aconsejable tumbarse mientras se sufre una hemorragia nasal, ya que podríamos tragar sangre y taponar aún más. Evita, además, coger aire por la nariz durante un tiempo.
  6. Acude al médico cuando: la hemorragia dura más de 15 minutos, ya que seguramente ha sido producida por un traumatismo o un golpe. Ese tipo de mayor gravedad es más común en personas de edad avanzada, por la hipertensión arterial, arterioesclerosis, problemas en la coagulación de la sangre, etc. Cuanto mayor es el paciente, más seria puede llegar a ser la lesión.
  7. Mantén húmeda las fosas nasales: como prevención, se recomienda mantener húmeda la cavidad nasal mediante vaselina con algodón, por ejemplo, dos veces al día. Poner humificadores en casa también puede evitar la sequedad en las fosas nasales y favorecer una respiración óptima.

Con estas recomendaciones, ya sabes cómo se debe actuar ante un sangrado nasal. No obstante, si no logras detener la hemorragia o tienes alguna duda, lo mejor es que acudas a un profesional sanitario.

En salud, siempre es mejor ser precavido.

This post is also available in: Inglés