Intestino irritable

Aunque es una enfermedad crónica, con algunos hábitos sanos, puede mejorar tu calidad de vida.

El Síndrome de Intestino Irritable, conocido popularmente como colon irritable es un trastorno funcional intestinal generalmente con un componente de origen nervioso, consistente en una hipersensibilidad del colon, que produce una serie de reacciones digestivas dolorosas, especialmente después de las comidas y en momentos de nervios: dolor abdominal, flatulencias, hinchazón del vientre, estreñimiento y/o diarrea.

Es un desequilibrio cualitativo, de la pérdida de la estructura de la pared intestinal y de la alteración e hiperestimulación del sistema inmune asociado al intestino. La ineficiencia del sistema microbiota / pared intestinal / sistema inmune, es la base patogénica de estos procesos y de sus complicaciones,

Estos cuadros funcionales se diagnostican después de un estudio riguroso de los síntomas gastrointestinales de una paciente, descartando una enfermedad de base: inflamatoria, cancerosa, infecciosa o alérgica (celiaquía del adulto, intolerancia a la lactosa o gastritis). Los estudios de sangre, métodos de exploración visual (endoscopia, radiología …) o incluso biopsias de mucosas, entre otras, se realizan antes de definir el proceso. Cuando no se encuentra ningún dato relevante, el diagnóstico es el señalado,pero los tratamientos actuales le sitúan a los que lo padecen en la cronicidad.

Cómo vivir con colon irritable

No hay una solución definitiva para atajar el trastorno, si bien el tratamiento consiste en una serie de medicamentos, dietas y consejos médicos para aliviar sus síntomas.

  1. Asesórate por médicos

Consulta con un especialista digestivo para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados y con un nutricionista para establecer un patrón alimenticio. Los pacientes deben tener la confianza suficiente con su médico y su entorno más cercano para ofrecer datos útiles para el diagnóstico y sucesivas pruebas.

Aunque no hay un medicamento que solucione el problema, dependiendo de los síntomas, el facultativo puede prescribir algunos fármacos que pueden reducir el malestar.

  1. Tómate tu tiempo

Márcate unas horas y pautas para las comidas, el descanso y el hábito para ir al baño. Dedicar un tiempo suficiente y relajado para las acciones de comer, reposar, digerir y defecar te ayudará a ser más regular y a padecer menos molestias.

  1. Practica deporte

Realiza ejercicio físico con regularidad y, siempre según tu condición física. Si tu fondo físico es óptimo, puedes realizar actividades fitness en el gimnasio cada semana, salir a correr, ir en bici, pero si no tienes tanta capacidad atlética, empieza por caminar o nadar y ve incrementando la velocidad.

  1. Escribe un diario

Confeccionar un diario personal de hábitos y síntomas es una gran herramienta para conocer nuestro cuerpo y detectar cómo responde ante diferentes situaciones. Puedes anotar desde los alimentos que consumes y los ejercicios que realizas, hasta los medicamentos que tomas y el estado de salud general. Esto te ayudará a establecer vínculos que antes tal vez pasabas por alto (por ejemplo, «el dolor de vientre aumenta cuando bebo café»).

  1. Cuida la alimentación

Evita alimentos conflictivos asociados a una mayor irritabilidad del colon, como son los sabores picantes, las comidas especiadas, muy sazonadas y grasientas, los fritos, el café, las bebidas con gas, los edulcorantes (con sorbitol) y el alcohol. Igualmente, estarían en este grupo los huevos, la leche, el trigo y los frutos secos.

No es necesario restringir el consumo total de estos productos, pero sí moderar las cantidades. En su lugar, incorpora más frutas, verduras y hortalizas a tus menús de forma paulatina observando su efecto en tu cuerpo. No te olvides de beber entre 1,5 y 2 litros al día de agua, así te mantendrás bien hidratado.

  1. Aprende a gestionar el estrés

Analiza las situaciones que te crean ansiedad y busca soluciones o asesoramiento profesional para llevar una vida más tranquila y para aprender a manejar el estrés (cuando este desencadena los síntomas) como para aprender a convivir con él y mantenerlo bajo control.

Las terapias relajantes como el yoga, la meditación y el mindfulness son muy recomendables en estos casos. Por último, intenta no aislarte del mundo, rodéate de amigos y familiares que seguramente te harán sentir calmado y querido.

No existe un fármaco que cure el Síndrome del Intestino Irritable, ni una dieta clara que lo haga desaparecer. Pero estas recomendaciones pueden mejorar los síntomas y, por tanto, la calidad de vida de quienes lo sufren.