
Cómo evitar la conjuntivitis
Esta infección ocular de fácil tratamiento puede prevenirse cambiando algunos hábitos.
La conjuntivitis, conocida popularmente como la “enfermedad de los ojos rojos”, es una inflamación de los vasos sanguíneos de la conjuntiva, la membrana delgada que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. Se trata de una afección frecuente entre la población, sobre todo, debido al lugar donde se encuentra la conjuntiva, que está expuesta a numerosos microorganismos y otros elementos nocivos del ambiente.
Los síntomas más frecuentes incluyen enrojecimiento de los ojos, irritación, picor, inflamación, aspecto vidrioso, lagrimeo intermitente, fotofobia (sensibilidad extrema a la luz), y sensación de arena en el interior.
Habitualmente la conjuntivitis afecta a los dos ojos al mismo tiempo, puede empezar en uno y extenderse al otro uno o dos días después. Dura entre 10 días y cuatro semanas y suele tener evoluciones benignas que no afectan a la visión, aunque puede complicarse si no se trata de forma adecuada.
Tipos de conjuntivitis
Según el origen de la infección o de la irritación, se distinguen varios tipos de conjuntivitis:
- Infecciosa: representa cerca de un tercio de las conjuntivitis que se diagnostican y puede ser debida a virus o bacterias.
- Alérgica: se estima que son la cuarta parte de las conjuntivitis. Se origina cuando los ojos han estado expuestos a una sustancia a la que la persona es alérgica (polen de plantas, ácaros del polvo, pelo de animales…) provocando una inflamación de la conjuntiva.
- Irritativa: se produce por una infección del borde del párpado por el contacto con sustancias irritantes presentes en el aire, como disolventes, pinturas, cloro de piscinas, uso de lentes de contacto blandas o, incluso, el clima seco.
Hay que acudir al médico ante cualquier irritación o molestia, ya que será este quien diagnostique el tratamiento a seguir.
Consejos para prevenir trastornos oculares
La mejor medida para evitar la conjuntivitis es tratar de esquivar al agente alérgeno. Para ello, tal vez sea necesario cambiar algunos hábitos y tomar ciertas precauciones de limpieza:
- Lee siempre en lugares con buena luz y, a ser posible, con luz natural. Si trabajas frente al ordenador, intenta descansar la vista de vez en cuando y realizar ejercicios visuales de enfoque cerca-lejos.
- Mantente lejos de ambientes cargados de polen y otras sustancias, sobre todo si eres alérgico. Cuando hay un exceso de polinización en el ambiente, mejor no estar al aire libre y cerrar las ventanas de casa.
- Aspira adecuadamente la vivienda, especialmente, los muebles, alfombras, sofás y mantas que puedan contener polvo, pelo de animales o ácaros.
- Evita el contacto con la suciedad: no te frotes con los dedos cuando te pican los ojos o están cansados. Es preferible lavarlos con agua o con un colirio natural.
- Remedio con manzanilla: la infusión de esta hierba puede actuar como colirio ocular natural. Deja reposar una cucharada de flores secas en una taza de agua tibia durante 15 minutos. Luego empapa un algodón o gasita y aplícalo en los ojos.
En el caso de conjuntivitis infecciosa, además, es recomendable seguir algunas pautas para evitar contagios:
- No compartas nada que haya estado en contacto con el ojo infectado (sábanas, toallas, lápices de ojo, almohadas, etc.)
- Lávate las manos, si has estado en contacto con alguien que tiene conjuntivitis
- Límpiate las secreciones de los ojos dos veces al día con agua tibia, así eliminarás legañas u otras costras.
- Desecha las lentes de contacto que hayan estado en el interior de ojos enfermos, ya que la solución desinfectante no es capaz de eliminar todas las bacterias.
Recuerda que la salud de los ojos depende también de lo que comemos. Una alimentación saludable y equilibrada, rica en vitamina A (huevos, legumbres), betacarotenos (zanahoria, espinacas, espárragos), vitamina C (pimientos, naranjas, kiwis) y antocianidinas (arándanos, ciruelas, berenjenas) nos ayudará a mantener el buen funcionamiento de la visión.
A través de los ojos recibimos la mitad de la información que hay en el exterior. Son una parte fundamental de nuestro cuerpo y, por ello, debemos cuidarlos.
This post is also available in: Inglés