Happy Food Motion, alimentación para cuerpo y mente

Happy Food Motion, alimentación para cuerpo y mente


Esta alimentación pone el foco en productos locales y ecológicos para la mejora de la salud.

La alimentación es uno de los pilares básicos para nuestro bienestar. Ayuda a prevenir enfermedades, evitar el sobrepeso y sentirnos a gusto con nosotros mismos. Si comemos bien, viviremos mejor.

Con esta premisa, nació hace pocos años la Happy Food Motion, una corriente nutricional rica en frutas, verduras y legumbres, y pobre en carnes rojas, harinas y azúcares refinados, que aboga por el consumo de productos locales, ecológicos y de temporada y la moderación de las proteínas animales (carne, pescado, huevos, lácteos).

De acuerdo con varias evidencias, seguir este patrón nutricional puede ayudarnos a optimizar las digestiones, minimizar las toxinas, mantener un peso saludable a largo plazo y equilibrar los niveles de hierro, glucosa, colesterol y ácido úrico, así como tener un sueño reparador y gozar de mejor estado anímico.

De igual forma esta terapia alimenticia busca concienciar a las personas de la importancia de la alimentación, dedicando el tiempo necesario a la cesta de la compra y a las comidas, y aprendiendo a disfrutar de lo natural y lo fresco para sentirnos más vitales y en equilibrio.

Su fundadora, Mareva Guilloz, coach nutricional y dietista, compara la alimentación con una orquesta, compuesta por diferentes instrumentos: “si estos son de calidad, están bien combinados y respetan sus tempos, pueden construir una bella melodía”. En este caso, los instrumentos son los alimentos y nosotros el compositor.

Claves de la alimentación terapéutica

Esta filosofía nutricional esboza una serie de pautas, sencillas, prácticas y nada rígidas, que nos pueden ayudar a ganar calidad de vida y bienestar.

1. Superalimentos: son auténticos aliados de nuestra salud, poseen gran riqueza de vitaminas y minerales, y concentran propiedades anti-inflamatorias y antioxidantes. En polvo, se encuentran el camu camu (la fruta con más vitamina C), la cúrcuma (protege el hígado) y el polen de abejas (vigorizante, ideal para estudiantes). En crudo podemos hallar las semillas de Chía (su contenido en omega-3 mejora la hipertensión), las almendras, el aguacate y la remolacha (fuente de betalaínas, que mejoran la circulación).

2. Hierbas aromáticas: aportan un toque distintivo a los platos y numerosos beneficios para el organismo. Es mejor consumirlas frescas para que conserven sus cualidades. Puedes consumir menta (eficaz frente a catarros), orégano (antibacteriano), albahaca (regula el sistema digestivo), laurel (útil para eliminar líquidos) o cilantro (favorable para el insomnio).

3. Cereales integrales: aquellos que no han sido sometidos a un proceso de refinamiento. El grano conserva el germen (rico en minerales y vitaminas) y la mayor parte de su fibra. Nos ayudan a prevenir el colesterol y enfermedades de corazón, nos protegen de la pérdida de visión y mantienen el buen estado mental. Puedes alternar arroz integral, avena, trigo sarraceno o centeno.

4. Proteínas animales: decantarse por carnes y pescados de origen biológico y/o de alta calidad y comerlas siempre con moderación. Hay que tratar de repartir la proteína animal y vegetal (legumbres, soja, quinoa) en un 50-50. Si para la comida preparamos pechuga de pollo, para cenar mejor ingerir verduras.

5. Fermentados: estos alimentos pasan por un proceso en el que producen bacterias saludables para nuestra flora intestinal. Dentro de este grupo encontramos el yogurt, el queso, los encurtidos o el chucrut (col blanca fermentada con vinagre y especias).

6. Frutas y hortalizas de temporada: los productos de temporada son más sabrosos, conservan sus propiedades intactas y son más económicos. Octubre, por ejemplo, es tiempo de aguacates, caqui, chirimoya, granada, kiwi, mango, pera, plátano y uva. De hortalizas, tenemos las acelgas, alcachofas, berenjena, calabaza, endibia, tomate y repollo.

7. Productos con triptófano: es un aminoácido que adquirimos a través de la alimentación, esencial porque sintetiza la serotonina, el neurotransmisor responsable del sueño, regula el apetito y aporta bienestar general. Puedes sumar a tus menús avena y arroz integral, frutas como plátano y piña, verduras como pimientos, berros y espinacas, así como pescados azules frescos (anchoas, sardinas, caballa y atún).

Además, la Happy Food Motion sugiere consumir alimentos crudos a diario, ya que su aporte en nutrientes es mayor que cocinados. Esta corriente nutricional pretende ser flexible, de manera que disfrutemos cuidándonos y valoremos lo que comemos para enriquecernos.

Piensa que tu cuerpo es como un templo. Y solo tienes uno.

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