
Pequeños cambios que mejoran tu alimentación
Modificar los menús diarios puede marcar la diferencia y ayudarnos a ganar en salud
Aunque la alimentación suele adaptarse a nuestro estilo de vida (gustos, horarios, ejercicio…) debe ser lo más variada y saludable posible para que nos ayude a prevenir enfermedades, como la diabetes o la hipertensión.
El 40% de la población cree que su dieta no es buena o que podría mejorarla. Para comer de forma equilibrada e inteligente, lo mejor es proponerse cambios realistas y factibles, con los que seguro ganaremos en salud.
Pasos para una dieta más sana
- Planificación semanal: Registra en un calendario las comidas que haces durante la semana. Anota las cantidades, el modo de preparación y las bebidas que consumes. Cocina varias raciones del mismo plato para varios días, así ahorrarás tiempo y dinero.
- Las frutas, imprescindibles: Consume al menos cinco piezas de fruta diferentes al día, mejor si son de temporada por su relación calidad-precio. Cómelas cuando más te apetezcan, aportan las mismas calorías y vitaminas, tanto si se toman de postre o entre horas.
- Menús más verdes: Las verduras tienen que representar más de la mitad del plato. Intenta que una ración sea en crudo e incluye más piezas a lo largo del día (un tomate en el desayuno, hojas de rúcula en la tostada de la merienda…).
- Modera los procesados: Reduce los productos precocinados y aumenta los que son frescos.
- Legumbres, dos veces por semana: Son una fuente cuantiosa de energía, proteínas vegetales e hidratos de asimilación lenta, apenas tienen grasa y nos proporcionan mucha fibra.
- Usa técnicas culinarias limpias: Las preparaciones de cocción más beneficiosas son las menos grasientas y fáciles de realizar (hervido, plancha, salteado, etc.). Se tarda casi lo mismo en cocinar a la plancha que en calentar un precocinado.
- Consume menos azúcar: La OMS aconseja no ingerir más de 25 gramos al día, unas 6 cucharadas de café. Huye de los refrescos, salsas y bollería porque, aunque no sean dulces, pueden esconder bastante cantidad.
- Bebe más agua: Tomar agua es la manera más sencilla, sana y económica de hidratarnos y no añade calorías al cuerpo.
Todos podemos alimentarnos un poco mejor.
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