Te decimos cómo cuidar tu salud ósea

Las articulaciones son las estructuras responsables de sostener y facilitar la movilidad de nuestro cuerpo. Con el paso del tiempo, perdemos capacidad de producir colágeno, la principal proteína de los cartílagos, haciendo que éstos se desgasten. Esto también afecta a los extremos de los huesos, que se vuelven más frágiles ante los rozamientos.

Asimismo, no tomar las precauciones necesarias al practicar ejercicio intenso puede acarrear un deterioro de las articulaciones.

Protege tu salud ósea

1. Actívate: Realizar ejercicio físico de forma regular fortalece la musculatura y mejora la movilidad de las articulaciones. Camina, nada, monta en bicicleta… Cualquier actividad es beneficiosa, aunque sea moderada.

2. Calienta y estira: Los calentamientos antes de hacer deporte y los estiramientos después de ejercitar el cuerpo son imprescindibles para evitar sobrecargas musculares y de tendones, además de prevenir males mayores.

3. Sueño: Duerme entre 7 y 9 horas, cuidando la postura (mejor de lado con las rodillas dobladas) y elige una almohada que no sea excesivamente alta.

4. Mantén el peso: El sobrepeso puede producir sobrecarga en huesos y articulaciones y aumentar el desgaste de los cartílagos.

5. Usa zapato cómodo: Durante la menopausia disminuyen los niveles de estrógeno y también su efecto protector del cartílago. En esta etapa es conveniente no abusar de los tacones altos.

6. No te fuerces: Levantar peso o hacer movimientos repetidos puede dañar las articulaciones. Si haces ejercicio intenso, respeta los periodos de descanso. A la hora de correr, recuerda usar calzado adecuado y recorrer distancias y superficies aptas a tu condición. Consulta con un médico ante cualquier síntoma.

7. Aliméntate bien: Incluye abundante fruta y verdura a tu dieta y, sobre todo, añade alimentos altamente ventajosos para las articulaciones, como pescado azul, acelgas, espárragos, brócoli, apio y lácteos.

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