Beneficios de saltar a la comba

Coordina pies y brazos con una cuerda de las dimensiones correctas y le aportarás valor añadido a tus entrenamientos.

Saltar a la comba no es solo un juego de niños. Integrar este ejercicio aeróbico de alta intensidad en nuestra rutina diaria es beneficioso y económicamente muy asequible. No necesitas desplazarte a un gimnasio, ni montar el tuyo propio en casa para practicarlo. Tan solo requieres del espacio suficiente a tu alrededor para lograr un movimiento continuo y sin obstáculos para la cuerda.

La mecánica, sin embargo, puede resultar complicada al principio. Por un lado, hay que coordinar pies y brazos y, por el otro, conviene saltar sobre las puntas de los pies para amortiguar los movimientos del pie a la cadera y repartir el esfuerzo. He aquí algunos trucos para comenzar:

Primer paso: sostén los mangos de la cuerda en una sola mano y balancéala. Desarrollarás una sensación de ritmo.

Segundo paso: sin la cuerda, practica el salto.

Tercer paso: junta manos (balanceo) y pies (salto). Salta continuamente durante un minuto y, según vaya mejorando tu estado físico, amplía el tiempo e incorpora diferentes rutinas.

Durante la sesión, es recomendable intercalar tiempo de trabajo (podemos combinar diferentes tipos de saltos: sencillos, dobles, cruzados, con una sola pierna, etc.) con periodos cortos de descanso (para descansar los brazos y bajar pulsaciones).

Trabajo aeróbico con beneficios

Saltar a la comba puede ayudarte porque:

  • Trabajas todos los músculos: interviene la parte superior (muñecas, brazos, hombros y pectorales) e inferior del cuerpo (piernas, tobillos, pies y gemelos). También los músculos abdominales y los lumbares. Los fortalece y tonifica.
  • Quemas muchas calorías: es un ejercicio de alta intensidad constante y prolongado en el tiempo. Mientras lo practicas, el cuerpo utiliza muchas reservas de energía.
  • Mejoras tu resistencia: la muscular, la cardiovascular y la respiratoria. De esa manera, optimizas tu rendimiento.
  • Mejoras la coordinación: debes sincronizar brazos y pies y, a la vez, saltar en el momento adecuado. Todos los sentidos deben estar coordinados para ejecutarlo de forma adecuada. Debido a la serie y sucesión continua de saltos y ritmos, también te permite mejorar la postura y el equilibrio.
  • Aumentas tu capacidad aeróbica: saltar a la comba te ayuda a oxigenar mejor, por lo que aumentarás el tiempo de trabajo hasta que empieces a sentir fatiga. Lo notarás en este y en otros deportes que practiques.
  • Previenes lesiones: una vez controlas la técnica, fortalecerás los músculos, los tendones y las fibras. Así evitarás lesiones y otros dolores.

Fuente:

  • WebMD