
Remedios de toda la vida (y que funcionan) para prevenir y tratar el dolor de garganta
Hablar menos, evitar el café o beber más agua pueden ayudar a mejorar la faringitis.
Picazón en la garganta, dolor al tragar y al hablar, voz ronca… Estas situaciones se producen porque la faringe se irrita, generalmente, por una infección vírica.
La faringitis es un trastorno leve que dura unos días y que se debe a la sequedad provocada por calefacciones, alergias, contaminación, tabaco, tensión muscular o reflujo gástrico.
Remedios que alivian el dolor de garganta y la afonía
- Gárgaras. Los enjuagues de salvia o agua tibia con sal son eficaces. Realízalos a diario, pero no más de tres veces al día, ya que podrían resecar y tener el efecto contrario.
- Hidratación. Mantenernos bien hidratados bebiendo líquidos es básico. Así, humedecemos las mucosas. Chupar caramelos también puede ayudar puesto que nos ayuda a salivar más.
- Alimentos blandos. Ingiere comida blanda, como cremas de verduras. Las de calabacín y apio ayudan a regenerar las mucosas gracias a los mucílagos, y las de calabaza mejoran las defensas.
- Ácidos omega 3. Son antinflamatorios y acortarán el proceso de recuperación. Incluye en tus menús pescados azules (atún, salmón, sardinas, caballa, bacalao…).
- Erísimo. Se la conoce como ‘la planta de los cantores’, porque sus componentes descongestionan las cuerdas vocales y mejoran la afonía. Tómala en infusión.
- Evita el café. Las bebidas alcohólicas o con cafeína deshidratan y resecan las mucosas de la garganta. Evítalas para aliviar el dolor, igual que las demasiado frías o calientes.
- Habla menos. Procura hablar menos y, sobre todo, no susurrar. Los especialistas destacan que al hacerlo forzamos todavía más las cuerdas vocales.
- Respira por la nariz. No cojas aire por la boca al respirar. Hazlo por la nariz, que tiene un sistema de protección propio contra microorganismo y calienta el aire que inhalamos.
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