Convierte la actividad física en un hábito de vida

Convierte la actividad física en un hábito de vida


Consigue que el deporte forme parte de tu día a día. Es muy fácil.

A principio de año nos proponemos ponernos en forma y hacer deporte, pero la falta de motivación, el cansancio, el aburrimiento o la pereza a veces son más fuertes que nuestra determinación y terminamos por abandonar.

Con motivo del Día internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, queremos recordarte la importancia de que el deporte forme parte de tu rutina ya que los beneficios físicos y mentales que te aporta son infinitos.

  • Mejoras tu postura y reduces dolores.
  • Fortaleces huesos y tonificas músculos.
  • Mejoras tu capacidad pulmonar.
  • Reduces el riesgo de problemas cardíacos y circulatorios.
  • Mejoras tus digestiones y el tránsito intestinal.
  • Controlas mejor el peso.
  • Mejoras la atención y concentración.
  • Te sientes de mejor humor.
  • Duermes mejor.
  • Mejoras la memoria y la coordinación.
  • Aumenta tu autoestima y tu capacidad de enfrentarte a los obstáculos.

Para que una actividad puntual en tu vida se convierta en un hábito debes realizarla, al menos, durante 21 días seguidos. Esto sirve, según los expertos, tanto para el deporte como para otras aficiones como leer, tejer, cocinar o, incluso, para conseguir que a un niño le guste un alimento nuevo.

Así pues, para lograr que el deporte sea un hábito en tu vida:

  • Date al menos 21 días para saber si esa es la disciplina que más te gusta y mejor se adapta a ti. No pasa nada por cambiar y probar otras.
  • Decide si vas a practicarlo solo o prefieres unirte a un grupo.
  • Piensa qué necesitas realmente: tonificar, adelgazar, liberar tensión, mejorar tu respiración, sentirte bien o dormir mejor. Cada persona tiene una motivación distinta y es necesario identificarla. No hagas deporte por imperativo social, debes estar convencido de que quieres hacerlo.
  • Se coherente con el objetivo. Si nunca has practicado running no pretendas correr una maratón en un mes. Irás poco a poco mejorando, pero si te frustras tan rápido, abandonarás sin haberlo intentado.
  • Utiliza la fórmula del 10%. Incrementa el tiempo o la intensidad del ejercicio (por ejemplo el peso de unas mancuernas o la distancia recorrida) en un 10% cada semana. Así darás tiempo a tu cuerpo a amoldarse al cambio.
  • Pide ayuda. No te creas tan infalible como para manejar cualquier máquina en el gimnasio o practicar todas las disciplinas sin que nadie te enseñe. La seguridad es igual de importante.
  • Planifica qué tiempo vas a poder dedicarle, y cuál es el horario que te viene mejor. Es más recomendable hacer 30 minutos si vas a convertirlo en hábito, que hacer dos horas de manera excepcional.
  • Repite el horario Si lo modificas a tu antojo le quitarás importancia a la actividad y seguirá siendo secundaria. Sé responsable.
«El deporte goza de poder para ayudar a plasmar el potencial de las personas, las comunidades y las naciones. Fomenta el crecimiento personal, es un medio formidable para eliminar las barreras de género y puede tender puentes entre esferas que de lo contrario se separarían.»
Ban Ki-moon

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