
Mantén tu cerebro en forma
Te contamos cómo cuidar el motor de nuestro organismo.
Los órganos del cuerpo se van deteriorando con el paso del tiempo y van perdiendo su capacidad para desempeñar las funciones de forma óptima. La salud del cerebro suele ser una de las más afectadas con el paso de los años y, no cuidarla adecuadamente, puede acarrear problemas de concentración, dificultades para dormir o pérdida de memoria.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cientos de millones de personas en todo el mundo sufren trastornos neurológicos. Más de 50 millones tienen epilepsia y 47,5 millones padecen demencia (en el 70% de los casos, Alzheimer).
No obstante, numerosas investigaciones han demostrado que adoptar una serie de hábitos saludables puede ayudarnos a mantener el cerebro en forma, prevenir ciertas dolencias y gozar de mayor calidad de vida. Hábitos como llevar una alimentación sana y equilibrada, hacer ejercicio físico de forma regular, evitar el tabaco, moderar el consumo de alcohol o mantener un buen círculo de relaciones sociales.
8 factores que cuidan la cabeza
- Gimnasia para las neuronas
El cerebro, como cualquier otro músculo, requiere de estímulos, especialmente a partir de los 30 años. Haz crucigramas, sudokus o enigmas, u otros rompecabezas que te motiven. La clave está en realizar ejercicios desafiantes que supongan un reto y que puedan ayudar a mantener el cerebro en plenas facultades. El cine, el teatro, una visita cultural o abandonar la rutina de vez en cuando es positivo para la plasticidad cerebral.
- Abandona el mal humor
Las emociones y la cognición están muy relacionadas. Los expertos aseguran que el optimismo y el buen humor protegen nuestro sistema nervioso, y que lo que mejor define a un cerebro joven es el positivismo y la visión de futuro esperanzador. Es importante saber adaptarse a los cambios, sobreponerse a las frustraciones y tratar de adaptarse a las circunstancias con alegría y buen humor.
- Déjala descansar
¿Sabías que dormir poco nos hace perder células cerebrales? De acuerdo con estudios recientes, el sueño multiplica la reproducción de las células que participan en la formación de mielina, el material aislante en las proyecciones de las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal. Por el contrario, cuando no dormimos las horas suficientes, las proteínas se acumulan en las sinapsis (comunicación entre las neuronas), provocando que nos sea más complicado pensar y aprender.
- Buena alimentación
Las verduras, el pescado y el aceite de oliva ayudan a retrasar el deterioro cognitivo gracias al contenido en ácidos grasos poliinsaturados. Ingerir hortalizas, verduras y frutas diariamente aporta numerosos nutrientes y beneficios, que se potencian aún más si practicamos una actividad física diariamente.
Por contra, una alimentación rica en grasas y pobre en vegetales incrementa los niveles de glucosa y colesterol y puede suponer riesgos para nuestra salud cerebral.
- Mejor acompañada
Las relaciones sociales cumplen un papel fundamental en el desarrollo cognitivo y tienen un efecto protector contra la demencia. Igualmente, estudios científicos confirman que vivir en pareja reduce en un 50% las posibilidades de desarrollar un trastorno neurológico, ya que nos comunicamos y generamos una mayor estimulación intelectual. Participa en actividades grupales, mantente activo en el trabajo, únete a grupos comunitarios, apúntate a retos colectivos…
- Activa el cuerpo
El deporte favorece el nacimiento de neuronas en el hipocampo (zona responsable del aprendizaje y la memoria) y retrasa la muerte de otras. Acciones como caminar, ir en bici o cultivar un jardín mejoran el flujo sanguíneo, reducen el riesgo de enfermedades como el Alzheimer y previenen problemas cardiovasculares. Bailar también es bueno ya que aumenta la actividad del cerebro y mejora las habilidades de comunicación, la memoria y la atención. Se recomienda al menos 30 minutos de actividad física al día.
- Aprende a relajarte
El estrés mental puede conducir a largo plazo a problemas de memoria, dificultades en el proceso de aprendizaje y déficit de atención. Debemos intentar afrontar las situaciones con actitud positiva, manteniendo la calma y tratando de relativizar los problemas. El yoga, el Pilates, el mindfulness o acudir a una terapia psicológica pueden sernos de buena ayuda si nos resulta difícil gestionar las situaciones de tensión.
- Nútrela con libros
Leer de forma frecuente (un libro a la semana, por ejemplo) incrementa la capacidad de concentración, favorece las conexiones entre neuronas y nos ayuda a entrenar la memoria.
Para mantener el cerebro en forma debemos cuidar nuestra salud general, a través de una alimentación sana, actividad física y controlando la tensión.
Si queremos llegar a la madurez con un cerebro en perfectas condiciones hay que cuidarlo a lo largo de toda la vida.
This post is also available in: Inglés