
Trail, el running de montaña
Correr por senderos puede ser más duro, pero también más gratificante. ¿Te apuntas?
Trail es el nombre técnico que se le da a la práctica del running en plena naturaleza.
Correr a través de montañas por senderos o caminos secundarios, cruzando arroyos y ríos, con grandes subidas y bajadas, se presenta como un reto más difícil. Pero, aunque aumenta la exigencia física, ofrece la ventaja de poder hacer diferentes rutas por zonas naturales y respirar aire más puro.
Trail en 6 puntos
- Entorno salvaje: al estar en plena naturaleza, estás sujeto a cambios en las condiciones climatológicas, variaciones en la altitud o el terreno, además de compartir espacio con distintos animales y plantas.
- Ejercicio intenso: Es un deporte que hace trabajar todo el cuerpo: piernas, caderas, glúteos, abdominales… Incluso te puedes ayudar con brazos y hombros cuando las pendientes son muy pronunciadas.
- Cambios de ritmo: En llano, mejor correr con el torso erguido y con pasos cortos. Cuando la inclinación es grande, apoya las manos sobre las rodillas para aligerar la carga. En descenso, deja el cuerpo suelto y baja con cuidado. Si el tramo se vuelve escarpado, tocará caminar o trepar, siempre garantizando la seguridad.
- Zapatillas especiales: Se necesitan zapatillas con tracción, con una plantilla más dura, tacos en la suela y refuerzos en puntera y laterales para proteger más el pie y evitar resbalones.
- Equipo adecuado: Existen camisetas, mallas y chaquetas específicas para salvaguardarnos del viento, la lluvia y la fricción al correr. Es importante llevar una mochila-chaleco o camelback para guardar móvil, llaves, agua, frontal y una manta térmica.
- Precaución: Aplícate una crema con FPS alto y lleva guantes, gorra con visera y gafas de sol para protegerte de los rayos ultravioletas, el viento y la polvareda.
Antes de lanzarte al monte, consulta el tiempo, planifica el recorrido e informa a los tuyos dónde vas.
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